
El cambio
Muchas veces los cambios no se ven pero están. Son cambios internos, estructurales. Algunos dolorosos y no elegidos. Otros buscados y deseados. La mayoría de ellos: fundamentales, y aunque no lo creamos: necesarios.
Como un buen reloj, las piezas tienen que ser revisadas, ajustadas, e incluso reemplazadas, para que todo vuelva a funcionar o simplemente, para que todo siga funcionando. Los cambios externos, esos que se aprecian a simple vista, son importantes, pero a veces, no son suficientes. Si las piezas internas no están bien, no hay maquinaria que siga en marcha.
Esto mismo ocurre en la pareja.
Ahora que llega el ambiguo 14 de febrero, os diré que con el amor (propio y en pareja), pasa igual: hay que cuidarlo, engranarlo e incluso transformarlo para que siga vivo, pero sobre todo, para que siga SANO.
¿Y en la sexualidad?
Pues sucede tres cuartos de lo mismo. Porque no siempre lo que nos funciona, nos gusta o nos apetece, tiene que ser eterno, ni lo tenemos que desear constantemente.
Si nosotros/as, no somos los mismos, ¿por qué pensamos que este área de nuestra vida no cambia? Estamos en constante transformación y por ende, nuestra sexualidad y todo lo que ésta abarca, también.
Alguien me dijo una vez: el agua que no fluye, se estanca y se pudre. Así que el cambio, aunque a veces sea traumático o duro, es necesario, como el salir de la crisálida, para lograr la METAMORFOSIS.
A las personas que acompaño les explico que muchas veces, lo que no se mira, no se dice, no se muestra: es como si no existiera. Así que ahora me toca ser coherente y aplicarme el cuento. Por eso, aunque no sea aún una mariposa en todo su esplendor, quisiera compartir con vosotros/as, que mi web está en ese proceso: en el CAMBIO. Con cosas que se ven y otras que no. Puro reflejo de mi vida.
Así que os invito a entrar en ella, y por supuesto, a dejarme comentarios, sugerencias y opiniones. Sentiros en la libertad de proponerme cosas que os gustaría que hiciera o aportase. Porque éste proyecto, es grande entre todas y todos.
Por último, y no por ello, menos importante, si has llegado hasta aquí, quisiera animarte a poner en marcha tu propio cambio: esa transformación interna, contigo mismo/a o con tu pareja. Porque estoy segura, que es un camino que merece la pena recorrer.
Y recuerda:
Si te ha gustado éste y el resto de contenidos, ya sabes:
Puedes seguirme en mis Redes Sociales en Facebook y/o Instagram.
Dejarme un comentario (si es bonito, mejor
) .
Y contactar conmigo a través de WhatsApp: aquí, de manera rápida y cómoda.
Deja una respuesta